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El teleférico estrena nuevas cabinas en 1975

El 4 de enero de 1975, hace hoy cincuenta años, se inauguraron las nuevas cabinas del teleférico de Fuente Dé. Inaugurado en 1966 con cabinas para siete pasajeros, pronto se vio que necesitaba una ampliación, que se materializó aquel 4 de enero. Reproduzco a continuación, sin incluir las notas, cómo conté el proceso en el libro "Turismo en Áliva y Fuente Dé. El Teleférico (1966-2016)":

«Ante la insuficiencia demostrada por el teleférico para atender la demanda, la Diputación Provincial de Santander, presidida por Modesto Piñeiro Ceballos, decide su ampliación. Ya en el pleno de junio de 1974 el Presidente da cuenta de que pronto se iba a firmar un préstamo con el Banco de Crédito Local por importe de 7.560.000 pesetas "para modernización del teleférico de Fuente Dé" . En la misma sesión se acuerda aprobar el proyecto de "construcción de un edificio para espera de viajeros en la estación superior del teleférico de Fuente Dé, con un presupuesto de ejecución, por contrata, de 4.171.067 pesetas", además del de las obras de pavimentación y protección del emplazamiento del monumento dedicado a Pedro Escalante con presupuesto de 238.000 pesetas.

Foto publicada en El Diario Montañés el 5/1/1975 Una vez decidida la ampliación del teleférico, instalando cabinas de catorce pasajeros en lugar de las hasta entonces existentes, que eran para siete, el cambio se hizo rápidamente. Ya en la sesión de agosto de la Diputación, su presidente informó del "material que se recibe en Fuente Dé para la nueva cabina del teleférico". A esta celeridad, contribuyó el hecho de que "Nosotros proyectamos la obra civil para dos cabinas de quince personas, aunque se montaron inicialmente cabinas de ocho personas", según cuenta José Calavera, el ingeniero que, como ya vimos, diseñó el teleférico en colaboración con el arquitecto Ángel Hernández Morales. Por ello, lo único necesario para realizar la ampliación era cambiar los cables y las cabinas.

Fue en octubre de 1974, una vez pasado el verano, cuando dieron comienzo las obras de "sustituir los actuales cables del teleférico de Fuente Dé por otros de mayor calibre y resistencia. De ellos penderán en un plazo que se estima de dos meses -si el tiempo no lo impide- otras dos nuevas cabinas en vez de las que estaban en uso. Las que ahora se instalen tendrán una capacidad doble que las que se retiran: catorce plazas, cada una, naturalmente".

Del cambio de los cables y de las cabinas se encargaron las empresas Nueva Montaña Quijano y la italiana Ceretti & Tanfani, respectivamente, las mismas que en 1966 habían instalado los que se retiraban.

Los cambios, tanto de cables como de cabinas, se llevaron a cabo sin ningún problema y el teleférico estaba en condiciones de estrenar las nuevas cabinas con el nuevo año, 1975, fijándose el cuatro de enero para ello. Se quiso, además, montar un acto simbólico de recuerdo, una vez más, a Pedro de Escalante, de modo que la inauguración congregó a varios familiares, uno de los cuales, su hijo Pedro, fue el "viajero un millón" del teleférico. Así contó la inauguración Luz de Liébana:

"El día cuatro del corriente se desplazaron a Fuente Dé el Sr. Gobernador, don Carlos García Mouriño; el Presidente de la Diputación, don Modesto Piñeiro; diputados de toda la provincia; doña María Luz García de los Ríos, Vda. de Escalante; autoridades de la provincia y comarcales. Entre los muchos asistentes al acto se encontraban los ingenieros, don José Antonio [Odriozola], presidente de la Federación de alta Montaña, y don José Antonio Mazarrasa, que tanta influencia tuvieron en la construcción del teleférico.

El tiempo, que había sido magnífico en los días anteriores, jugó una mala partida. Amaneció un día obscuro. Las carreteras en muchos lugares con hielo que hacía difícil la circulación.

En el anfiteatro de Fuente Dé estuvo toda la mañana nevusqueando. Se bendijeron las cabinas, que tienen cabida para catorce pasajeros, en lugar de los siete que podían portar hasta la fecha, por el señor cura de Espinama, don José Merino. A continuación embarcaron en las estrenadas cabinas gran parte de los asistentes al acto, y en primer lugar Pedro Escalante, hijo del fallecido Presidente, el "viajero un millón". Lloroza era un mar de niebla con llovizna convertida en finos copos de nieve. Un aperitivo en la cafetería y otra vez el descenso a la olla del nacimiento del Deva.

En el banquete que tuvo lugar en el Parador no podía faltar a los postres el discurso del alcalde de Camaleño, don José Calvo, del que no cabe decir "largo pa facellas y corto pa contallas", sino más bien largo en dar y mucho más largo en pedir. En su peroración don José resaltó las virtudes del gran montañés don Pedro Escalante y su interés en promocionar la comarca de Liébana. Obra principalísima suya es el teleférico, a lo que ha seguido este complejo de Fuente Dé, la finca de Sotama y no pocas obras sociales, unas terminadas en sus días y otras que está finalizando el actual Presidente, don Modesto Piñeiro, ese montañés dinámico que tanto coraje pone para solucionar problemas vitales para La Montaña y en particular los que afectan a nuestro valle de Liébana.

Como epílogo a su discurso merece anotar las peticiones que hizo a las autoridades presentes como la carretera de Fuente Dé a Valdeón, puestos de trabajo y comunicaciones y servicios a todos los pueblos de la comarca.

Características técnicas del teleférico tras la ampliación de 1975 El Presidente en breves palabras expuso la preocupación de la Corporación por resolver las necesidades primarias de los pueblos de Liébana y como prueba de ello son los noventa millones asignados en el presente año para carreteras y otros servicios de la comarca.

Por fin el Sr. Gobernador comentó el discurso del Sr. Calvo y felicitó a los lebaniegos por esta nueva conquista que redundará para crear puestos de trabajo y servirá para atraer en gran escala el turismo al valle de Liébana"».

Tras esta larga cita de Luz de Liébana, acaba el texto del libro con el cuadro con los datos técnicos del teleférico tras la ampliación que vemos a la izquierda.

Estas cabinas estuvieron en funcionamiento hasta el 15 de octubre de 1989, momento en que las obras para la instalación de unas mayores obligaron al cese de actividad.

© Gabino Santos Briz, 4/1/2025