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LA MINERÍA EN EL CONCEJO DE ESPINAMA

V.- Anécdotas mineras (II)

  • Historia (I)
  • Historia (II)
  • Transporte del mineral
  • Anécdotas mineras (I)

    En la mina, aparte de momentos duros, tanto por el trabajo en sí como por el aislamiento, los mineros pasaban otros de gran diversión. Uno de ellos recuerda, por ejemplo, la "corrida de toros" que organizaron cierto día en la mina en la que tanto el papel de toro como los de banderilleros y toreros estuvieron a cargo de espinamenses. El rato que pasaron con las acometidas del "toro" dejó un recuerdo imborrable.

    A estos momentos ayudaba, de vez en cuando, el vino, del que la mina estaba bien surtida. Copio de la revista "Bocamina", ejemplar de abril de 2006:

    «LA GALERÍA DEL VINO

    En los años 50, los mandos que iban a la mina ocasionalmente comían en casa de una señora llamada "Quica", que cocinaba divinamente. Quica murió y su sobrina Lody (esposa de Félix Campo, chófer de uno de los Land Rover) fue su sucesora y tan buena o mejor cocinera. El padre de Lody, de nombre Vicente, y que era manco se ocupaba en la mina del Almacén y, por lo tanto, de los artículos que se consideraban consumos, como era el caso del vino. Pero además, en este caso particular su responsabilidad era mayor porque se encargaba de su elección y compra. Vicente iba todos los años a primeros de octubre a un pueblo de la Ribera del Duero, donde unos conocidos suyos hacían un vino que gozaba de la aceptación de los mineros. Allí adquirían 7 tinajas de unos 500 litros de capacidad cada una. Puede parecer mucha cantidad, pero hay que tener en cuenta que debía durar 5 o 6 meses y que en la mina comían y cenaban cada día muchos mineros. Al final de la galería general del primer nivel había un recorte al que se le había instalado una puerta. Ese era el lugar destinado para fuardar el vino. Una bodega cinco estrellas, porque un Ribera del Duero no se merecía menos. A esa galería se le conocía como "la Galería del Vino" naturalmente. Pero este lugar dejó de tener tan noble finalidad cuando se profundizó el nuevo pozo, al coincidir en ella el inicio del mismo.

    También en la mina guardaban los mineros el queso de Cabrales, metido entre los cuadros de alguna zona entibada de la galería general.»

    La alegría y buenos momentos de los mineros no se limitaba a la Mina. Hubo una temporada en que el pueblo de Espinama añadió a las festividades tradicionales otra que se celebraba de modo especial: la de Santa Bárbara, la patrona de los mineros. De hecho, incluso en los periódicos se llegó a recoger noticia de ella, como en El Diario Montañés del 3 de diciembre de 1964, en el que se lee:

    «Mucho se habla en los periódicos de los Picos de Europa, con motivo del turismo, que, sin lugar a dudas, es uno de los más bellos paisajes del mundo.

    Pero hoy hablaremos de los Picos de Europa con otro motivo recordando a un grupo de mineros que durante todo el año hacen guardia a los pies de Peña Vieja. Este grupo de veteranos de la mina, amigos del turista en el verano, del cazador en el otoño, del esquiador en el invierno y del pastor en la primavera, celebran su día "patronal" bajando en procesión a la Santa desde la mina a la iglesia parroquial de Espinama, donde a sus pies y en compañía de sus familiares, amigos y vecinos, la pedimos que nos siga protegiendo.

    En esta solemne misa acompañarán al párroco de Espinama, don Jesús Cuesta, el de Baró, don Ambrosio; el de Pembes, don Teodomiro; el de Mogrovejo, don Jesús, y el de Ojedo, don Desiderio.

    Ocupará la sagrada cátedra el elocuente orador sagrado, don Adolfo Herrera, párroco de Torres.

    También se espera al coro de Torres, que interpretará sus más escogidas plegarias, acompañando en este día el coro de la mina.

    A continuación de la solemne misa se reunirán todos los asistentes en una comida de hermandad, de cuyos actos se informará en otra ocasión. La comisión.».

    La Mina, pues, era muy importante para Espinama. Fue fuente de empleo y de riqueza para el pueblo y, como vemos, hasta sus fiestas lo fueron también de Espinama.

    © Gabino Santos, 2009 (formato nuevo, 2022)