En Navidad celebramos el nacimiento de Jesús, Dios hecho hombre. El modesto belén colocado en la iglesia parroquial lo recuerda.
A las habituales celebraciones religiosas, estos últimos años se ha venido a sumar, de un modo especial, la celebración del 5 de enero. Ese día, al anochecer, los Reyes Magos llegan también a Espinama. Estas niñas esperan alegres la llegada de Sus Majestades, seguras de que traerán los regalos pedidos.
La cabalgata es abierta por unos pajes con sus antorchas. Un niño los mira fijamente mientras una niña, en brazos, parece asustarse.
Tras ellos, marchan los Reyes sobre sus caballos blancos con sus respectivos pajes.
La cabalgata la cierran otros pajes y los vehículos en los que Sus Majestades traen los regalos que van a repartir durante la noche.
Los Reyes pasan, uno tras otro, saludando a su paso a la cámara (salvo Melchor que va concentrado tratando de recordar qué niño era el que había sido un poco malo y no merecía regalo. Creo que al final no fue capaz de recordarlo y hubo regalos para él también).
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De la cuidada preparación de la cabalgata dan buena fe detalles como el de los anillos reales.
La cabalgata termina con la llegada de los Reyes y sus pajes a la iglesia.
La iglesia fue el escenario también de un muy interesante concierto ofrecido por el Coro Ronda Valdebaró y por Sergio Agüeros, su director, destacado solista. El coro se preparaba para actuar...
Entre los coralistas una espinamense: Montse Prellezo.
Finalizado el concierto, la cena de los aguinaldos tuvo lugar en el salón anexo a la iglesia. Unos doscientos comensales asistieron, confraternizaron...
...y dieron cuenta de una buena mesa que acabó con este delicioso postre que parece decir ¡cómeme, cómeme!.
Después, la verbena amenizada por la orquesta "Trébol" y a la cama, a descansar y esperar que los Reyes Magos se portaran como se esperaba y dejaran buenos regalos. Espero que a todos os trajeran lo que habíais pedido.
Mi agradecimiento a Susana Fontán por las fotos facilitadas, todas las incluidas en este especial