UBICACIÓN

Una de las Comunidades Autónomas que constituyen España es Cantabria. Situada al Norte, junto al Mar Cantábrico, al que da nombre, entre el País Vasco y Asturias, según se ve en el mapa...

Dentro de Cantabria, existen comarcas naturales bien definidas. Una de las más características es la de Liébana , que se encuentra en la zona más occidental de Cantabria, al pie de los Picos de Europa, con centro en la localidad de Potes. Es una comarca que cuenta con un microclima propio favorecido por el círculo de montañas que la rodea y con una gran diversidad natural, producto, en parte, de su geografía que abarca desde altitudes de apenas cien metros sobre el nivel del mar hasta los 2.614 m. que tiene la cima de Peña Vieja, el más alto de los picos ubicado en Cantabria.

Es en esta comarca de Liébana donde se encuentra Espinama. En concreto, ocupa la zona más occidental de la misma, lindando sus territorios con las provincias de Asturias y León. Limita con los municipios de Cabrales (Asturias), Valdeón y Portilla de la Reina (León) y con términos de los lebaniegos pueblos de Cosgaya y Pembes. Estos dos pueblos, junto con Espinama y con unos cuantos pequeños y encantadores pueblos más, forman parte del Ayuntamiento de Camaleño, uno de los siete que constituyen la mencionada comarca de Liébana. Históricamente, este Ayuntamiento de Camaleño fue conocido con el nombre de Valdebaró. A todos los pueblos del Ayuntamiento pertenecen los Puertos de Áliva, con los que también confinan los términos del Concejo de Espinama.

Parte de los terrenos del Concejo de Espinama están dentro de los límites del Parque Nacional de los Picos de Europa , lo que indica la gran calidad de la fauna, flora y paisajes que atesoran. El resto se encuentra en la zona de influencia del Parque lo que supone una serie de ventajas e inconvenientes para los vecinos del pueblo.

El Concejo de Espinama está formado por los pueblos de Espinama, Las Ilces y Pido. A estos tres núcleos tradicionales de población se ha venido a sumar Fuente Dé, punto de atracción turística. Es en Fuente Dé, donde termina la única carretera por la que se puede acceder al Concejo. Se trata de la carretera CA-185, que procede de Potes, la capital lebaniega, distante unos diecisiete kilómetros del comienzo de los términos del Concejo y veintitrés de Fuente Dé. La carretera, arreglada en la década de los 1980, se encuentra en bastante buen estado, aunque se ve afectada por esporádicos "argayos" (en el vocabulario de la zona, desprendimientos de tierras de los márgenes). Hay que tener precaución, según la época del año, ante la posible presencia de hielo o nieve (ésta es rápidamente retirada por las máquinas quitanieves), y por la abundante circulación de vehículos en verano.

La otra carretera existente en el Concejo es la CA-889, que no es sino el ramal de la CA-185 que conduce al pueblo de Pido, siendo su longitud total de unos pocos cientos de metros.

También se puede acceder a Espinama a través de una serie de pistas forestales, no aptas para turismos. Se trata de las siguientes pistas:
a) la que procedente de Cabrales, por los puertos de Áliva donde existe una bifurcación que conduce al hotel Refugio de Áliva y a la estación superior del teleférico de Fuente Dé, desciende junto a los invernales de Igüedri para terminar en el mismo pueblo de Espinama.
b) la que, partiendo del puerto de Pandetrave, en la provincia de León, asciende hasta el Alto de la Triguera para bajar, por la ladera de Remoña, hasta Fuente Dé.
c) la que comunica las proximidades del pueblo de Cosgaya con el de Pido, que transcurre por el lado opuesto del río al de la carretera.

En todos los casos, sobre todo en los dos primeros, debe tenerse en cuenta que se trata de pistas que transitan por lugares de gran altitud, sujetos a fuertes rigores invernales, por lo que se pueden encontrar, en un momento determinado, en mal estado en algunos de sus tramos, siendo peligrosa la circulación por ellas. Además, atraviesan zonas incluidas dentro del Parque Nacional de Picos de Europa, motivo por el cual se va a ir restringiendo, cada vez más, su uso a todoterrenos que no pertenezcan a los ganaderos de la zona. En cualquier caso, aunque se pueda circular, no se debe olvidar nunca que estamos en un paisaje de gran valor ecológico, por lo cual no se debe circular fuera de las pistas ni hacer sonar sin necesidad las bocinas... Contribuyamos todos a conservar esta riqueza natural.