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CUENTO DE NAVIDAD
por Consuelo Beares



Consuelo Beares Celis es una mujer de Pido, nacida en 1916, que, cuando estaba con el ganado, realizaba composiciones como este cuento de Navidad.

Se ha intentado adaptar los saltos de línea a la entonación y recitado realizado por la autora.


Esta noche es Nochebuena,
noche de cariño y paz.
Ha nacido un Niño
que a todos quiere salvar.
A la vuelta de la Misa del Gallo
así se oía al abuelo cantar:
"Esta noche es Nochebuena,
noche de cariño y paz,
yo me voy a dormir
porque quiero descansar.
Me falta la cabra blanca
y la quiero ir a buscar.
Tendrá dos cabritillos,
no pueden seguirla
y no los quiere abandonar".
La noche está oscura y fría,
parece que va a nevar.
Arriba, en El Pasaje,
se oye el lobo aullar.

Con el primer canto del gallo,
el abuelo se va a levantar.
Alcanza la ventanuca
-no tiene cristal-
por si la cabra ha venido
y está en el portal.
La cabra no ha venido
y se ha puesto a nevar.
Y le dice la abuela:
- "Si es que está nevando,
deja a la cabra en paz;
ya tienes ochenta años,
algo te puede pasar."
-"A mi no me pasará nada.
Esta noche ha sido Nochebuena
y hoy es Navidad".
Se levanta y se pone a preparar.
Los calcetines de lana,
los escarpines de sayal,
la picaya,
el regociño
y el sombrero
y toma una copa de aguardiente,
como es costumbre,
con un poco de pan,
pan de centeno,
que de trigo no hay.
Le da un beso a la abuela
y le dice que se va.
Coge la pipa, el tabaco y el ocil
para echar una "pipá".
Dice a la abuela:
- "No te vayas a alarmar.
Ya sabes que yo ando despacio
y, si nieva, mucho más.
Cuece la torta morena
para cuando yo venga almorzar.
Yo no quiero ser imprudente,
sólo iré hasta Cotiquilar".

En Cotiquilar se para y apilla:
"Blanquina ¿dónde estás?"
"Blanquina ¿dónde estás?"
pero no se oía nada.
Pero, a lo lejos,
en la maleza,
vió como luces.
Dice: "¡Ese es el lobo!"
-"¡Lobo! ¡criminal!,
¡no me mates mi cabra!".
Se va camino allá
y había una cabra,
no era la suya,
toda "llagá",
no se tenía en pie.
Aquí no la puede dejar.
La coge al hombro,
se vuelve para atrás
y en Cotiquilar apilla
y apilla
y por fin la cabra empieza a berrar.
Debajo de una escoba estaba
con dos cabritillos,
y ¿ahora?
[esto no me sale como yo lo tenía hilao, dice Consuelo:]
él no lo podía bajar todo,
fue a pedir ayuda
y ya ve venir los mozos
que le venían a esperar.
Entonces, empezó a cantar:
"Esta noche fue Nochebuena
y hoy es Navidad,
tenemos que bajar a Espinama
para el Niño adorar".



© Gabino Santos Briz, 21/12/2009