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MARÍA DÍEZ DE ENCINAS Y NORIEGA
El 17 de enero de 1710 esta mujer, natural y vecina de Espinama, otorgó una escritura junto a su hermano Bernardo en la que realizaron la partida de los bienes de sus padres, Antonio Díez de Encinas y María de Noriega. Lo especial de esta escritura es que María la firma. En aquellos años ninguna mujer sabía hacerlo y de los hombres, solo un número muy reducido. Es el documento más antiguo que he localizado en el que una mujer lebaniega sabe escribir.
María pertenecía a una familia noble y pudiente, de la que salieron durante décadas los sacerdotes que ocuparon la parroquia de Espinama y, a buen seguro, fue dentro de la familia donde le enseñaron a escribir, puesto que, aunque en Espinama ya por entonces había escuela, era de niños. De hecho, Ana Díez de Encinas, hija de Bernardo y, por tanto, sobrina de María, también firma, unos cuantos años después, en 1773, otra escritura en la que, sin embargo, no lo hace Josefa, la hermana de Ana.
Sirvan María y Ana Díez de Encinas para representar a todas esas mujeres lebaniegas que, en cuanto han tenido oportunidad, muchas veces en un ambiente adverso, han realizado estudios.
© Gabino Santos