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Con motivo del fallecimiento de Jesús Santos López, su padre, Chuchi Quina quiere compartir con todos nosotros esta despedida, llena de recuerdos de hechos vividos en el Concejo:

DESPEDIDA DE UN PADRE

Por Chuchi Quina



Cómo pasaron los años, aquellos duros y preciosos años cuando nuestros padres eran jóvenes y nos sentíamos arropados y mimados y también cómo fueron cambiando las cosas, nuestras vidas, su salud y cómo se presentó este final, que nunca queremos, aún a sabiendas de que viene y que viene más rápido de lo que esperamos y nos creemos. También te das cuenta ahora de las vueltas que ha dado la vida desde tus más antiguos recuerdos en la familia o infancia……………

Los miles de recuerdos que cito a continuación los hacía en compañía de mi padre, mejor dicho, yo le acompañaba a él y con muchos vecinos del concejo de la época, ya nada queda para nosotros de:

Aquellos veranos de ir al prado a la hierba a segar, atropar, recoger, acarrear hasta el pajar, descargar y llevar el almuerzo y la comida en el cestaño al prado.

De aquellas vecerías de las parejas de vacas por la Serna, de aquellos otoños y veranos por Igüedri, por los Hoyos o el Bustiello, por Áliva, por la Mesa o por Salgardas y el Chupín.

Carro de trigo en La Baduga hacia 1926. Foto facilitada por Daniel Hoyal
Tampoco queda nada de los otoños de patatas por la Jorna, Las Cortes, etc. Incluso del trigo por la Vaduga, de su cernido y luego de aquel precioso Molín Quintana donde los de Espinama molíamos el poco trigo que se podía sacar al terreno del concejo y su borona, para hacer aquellas ricas tortas en ladrillos al fuego de la lumbre baja, que con la leche bajada de Igüedri un rato antes calmaban el hambre que traíamos cuando llegábamos de ordeñar y empontigar las vacas para Áliva.

Tampoco queda nada de aquella vecería de las vacas, ovejas y de las cabras y tal vez otros recuerden la de la cría por el Cueto del Gato, que nos hacían correr por los castros de encima del potro de la Posada y por encima de casa de tío Ángel Alonso. De ir con las de leche para el Llanu La Blanca, Vallaboli, etc.

Otros recordarán con cariño los finales de verano recogiendo un poco de toñá de la que aún conservo en mi memoria su impresionante especial olor a hierba, si había llovido algo que preste y algunas zonas de los prados tenían algo que segar en las zonas más húmedas y por esa misma fecha hacer la hoja para el ganado menudo, de roble y fresno, cortar las ramas, luego apañarlo quitando los pocejones y haciendo los coloños y entallerarlo en un árbol con buena horcá para que secase, puesto que cuando había poca hierba ayudaba mucho a estirar la postá si se mezclaba.

Del mismo modo recuerdo aquellos días bonitos de trabajos comunales que imagino perdidos, tales como ir a camino, ir a cerrar los puertos, ir a segar para el toro, a atropar y a recogerlo, para que los toros de servicio a la cabaña del pueblo estuvieran alimentados y en primavera cuando luchaban con los de Pido pudieran vencerle en una pelea limpia de animales hasta que uno hacía huir al otro, siendo ese momento de gran alegría para los vecinos ganadores y se lanzaban gritos de alegría y gorros al aire…….. etc.

No puedo olvidar en estos recuerdos las mudas del ganado cambiando de puerto, sobre todo la de Áliva a Somo, el reparar el cierro por los Arrudos, la Horcá Chica y las Canales, después el vino fresco en Puentesqué, en aquel prado, comer aquella especial merienda que nos ponían en la mochila nuestras madres, (lomo en aceite, chorizo curado igual, jamón de la matanza, etc.), todo ello regado con abundante vino pagado por el concejo y que dos chavalones serían los encargados de subirlo en garrafones desde Espinama, como parte de su trabajo comunal de ese día y meterlo en el río para que estuviera bien fresco cuando bajaba el personal cansado de tirar de ramas y piedras para cerrar, con ganas de refrescarse, tanto es así que se cogían unas buenas castañas y no eran pilongas, casi ya entrada la noche, pues parece costaba retirarse de aquel agradable rato entre vecinos.

Olvidaba mencionar la siega en los puertos y en las adras. Eran especiales ya que solía hacerse por todos los vecinos a la vez y eran caravanas de carros cargados de hierba al atardecer bajando hacia el pueblo. Como voy a olvidar el limpiar los prados en la primavera, ir a abonar y en las tierras altas había que encuartar, cosa que solía aportar grandes cines ya que la segunda pareja de vacas solía estar poco domada y más de una vez entornábamos con el carro lleno de abono. Lo mismo pasaba cuando se iba a por unas yatas de haya o roble para leña en el invierno con aquellas rabonas o traveseros con el carro. Tampoco olvido lo de cortar las gamonitas, ir a capazos o unas tiernas hojas de avellano para poner al cerdo en la labaza hervida con unos brullos y si había suerte unas patatas de las ruines o unas berzas de la huerta, etc.

Y quién no recuerda del concejo los durísimos inviernos y tener que salir a cebar al ganado y a dar de beber en los bebederos más próximos ya que entonces no había agua en las cuadras deteniendo para que estas no se escaparan y a mesar con el picayu aquellas postadas muy apretadas de los pajares donde de niños saltábamos de las vigas jugando.

Por otro lado estaban los días alegres y festivos como San Esteban, San Roque o Santiago, su romería, su baile, sus rifas de aquellas tiras, sus comidas y cenas suculentas y especiales de infinidad de platos, chanfaina, bacalao con tomate, cordero asado o guisado, buena carne de otro tipo, aperitivos de chorizo, jamón y lomo de la matanza y unos postres que comenzaban con el queso picón, brazo de gitano, arroz con leche, pastas hechas caseras, llamadas sequillos y merdosos si era matanza y por supuesto, sin que faltase ese jugo casi divino llamado orujo de nuestra tierra, licor que nos curaba de todos los males, siendo chicos y siendo mayores, valía para un dolor de muelas, para una tripa suelta o con molestias, para las lombrices, para los catarros, para el amanecer con la parva, para el frio y para protegerse de la nieve si había que bregar nieve en busca de algún vecino o animal o medicamente para enfermos en Potes.

Y qué decir de las ferias de Camaleño y de Los Santos y de los lunes de mercado en Potes o de los tratantes que venían por el pueblo comprando los jatos, etc.

No puedo olvidar los bailes en la Obra Pía, en las escuelas de Pido o en las de las Ilces, la fiesta de la Virgen de la Salud, su rosca de personas y de carrera de caballos, esas meriendas en el entorno de la ermita, ese regreso con baile en el Tesoru, luego en la plaza de Espinama.

Que chaval de entonces ha olvidado los zamarrones, los aguinaldos de más mayor, sus fiestas en ambos casos, en el primero nos hacían las mozas chocolate con churros y otras cosas y en la siguiente había comida para mayores y baile. Las noches de San Juan robando rosas para poner a las mozas en las ventanas de sus habitaciones. Los bailes en el salón los domingos con un tocadiscos y muchos pasodobles que se encargaba de poner y de no dejar quitar Jose María Campos, "El Políticu". Tampoco puedo olvidar la misa de la romería con aquella acordeón tocando en misa el himno nacional, los piteros cántabros, aquellas fiestas cuando cantaron misa los curas de Espinama incluso uno de Torrelavega; la inauguración de la iglesia nueva en Espinama; las fiestas de Santa Bárbara cuando Espinama era minera, las matanzas de los cerdos que era toda una fiesta familiar que comenzaba a primeras horas de la mañana afilando los cuchillos, tomando la parva y matando al animal para luego pelarle, lavarle y abrirle en canal para sacar las tripas que había que llevar a una riega a lavar para después hacer las morcillas y los boronos………………………. Cuantas cosas!!!

Jesús y Quina.
ENTONCES DIGANME USTEDES COMO AHORA DESPUÉS DE TANTO VIVIDO Y TAN BONITO AL LADO DE TUS PADRES, COMO UNO PUEDE OLVIDAR DE GOLPE TODO Y QUEDARTE HUERFANO Y TENIENDO QUE DECIR ADIOS SIN QUERERLO, SIN LLORAR Y SIN PERDER UN POCO ESO LLAMADO RUMBO, NORTE Y PROCEDENCIA! YO LES ASEGURO QUE NO PUEDO, QUE SIEMPRE TENDRÉ RECUERDOS QUE ME HARÁN ENTRISTECER Y QUE ME PONDRÁN HUMEDAD EN LOS OJOS. PUES A NUESTROS PADRES Y A NUESTRO TERRUÑO Y VECINOS LOS LLEVAREMOS MIENTRAS VIVAMOS EN LA ZONA MAS IMPORTANTE DE NUESTRA MEMORIA Y CORAZON.

"GRACIAS POR DARNOS LA VIDA Y POR VUESTRO GRAN SACRIFICIO PARA PODER SACARNOS ADELANTE EN TIEMPOS DIFÍCILES Y POR HACERLO EN ESE GRAN CONCEJU, QUE ES ESPINAMA DE MIS SUEÑOS".