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SOBRE LA DEMOLICIÓN DEL MURO DE LA SACRISTÍA DE ESPINAMA


Veo en la versión digital de El Diario Montañés este titular:

Titular de la web de El Diario Montañés el 20/8/2016. Pulse para verla a mayor tamaño

Alude este titular a la desafortunada restauración llevada a cabo por una anciana de un cuadro del Ecce Homo en Borja (Zaragoza) en 2012 que alcanzó entonces gran notoriedad. Me parece, sin embargo, una exageración comparar ambos casos porque en el actual de Espinama no partimos de la existencia de una obra de arte, sino de unas ruinas. Se está hablando de la destrucción de la sacristía para construir un aparcamiento, cuando la sacristía ya estaba destruida desde hace más de veinte años.

Quien esto escribe ha sido quien, a través de esta web, dio a conocer lo ocurrido. En mi información hablo en todo momento de la demolición de un muro de la sacristía, el que quedaba en pie, y dejo claro al principio que fue allá por 1990, al ampliar la carretera de Potes a Fuente Dé, cuando se cargaron la sacristía y un contrafuerte de la iglesia. Por lo tanto, ahora no han destruido la sacristía; ahora, simplemente, la han rematado, derribando un muro de interés histórico, por provenir del siglo XVII, pero, hay que reconocerlo, sin interés artístico alguno.

Cuando se produjo la destrucción auténtica de la sacristía, hacia 1990, a nadie, prácticamente, se oyó entonces reclamar la inmediata reconstrucción de lo destruido y, de hecho, ahí quedó sin reconstruirse, en un lamentable estado. Han pasado más de veinte años y, con contadas excepciones, nadie se ha ocupado nunca de la rehabilitación ni de la sacristía ni de la iglesia. Ahora, cuando se derriba algo a lo que no se ha dado valor durante todo este tiempo, parece ser que se descubre que era una joya. Ni tenía tan poco valor como entonces se le daba ni tanto como ahora se quiere conceder.

Lo que ahora se ha hecho no está bien. Como decía en mi información, no se puede destruir así el patrimonio del pueblo, ni de éste ni de ningún otro. Antes de actuar sobre cualquier edificio antiguo, hay que realizar los correspondientes estudios. Pero, visto fríamente, en realidad ese patrimonio se estaba destruyendo día a día, dejándolo caer con el paso del tiempo sin hacer nada por él. Y son muchos los responsables de que así sea. La sacristía de la iglesia estaba caída desde hace más de veinte años pero el resto de la iglesia sigue en pie y ¿se ha ocupado alguien de evitar que en su interior aniden los vencejos, como anidan? ¿se ha ocupado alguien de evitar que crezca en sus muros todo tipo de vegetación, algún árbol incluido? ¿No está todo eso destruyendo también paso a paso la iglesia, la que está todavía en pie?

Ahora se ha cometido un atentado contra el patrimonio cultural, sí; uno visible. Sin embargo, ese atentado se viene produciendo día a día desde hace mucho y, si no lo ponemos remedio, seguirá así y se caerá la iglesia y nos llevaremos las manos a la cabeza pero cuando pudimos hacer algo para evitarlo, ahora, no lo hicimos. Acabemos con ese atentado diario. Obispado, Ayuntamiento, Consejería: es hora de tomar medidas.

20 de agosto de 2016, Gabino Santos Briz