ALGUNAS PREGUNTAS

  • ¿Por qué se hizo una iglesia nueva?

    Según parece, los técnicos consultados desaconsejaron arreglar la iglesia vieja por los problemas de saneamiento que presentaba para los medios entonces existentes. Además, habiéndose inaugurado hacía poco el teleférico de Fuente Dé, en unos tiempos en que la mayoría de la gente iba a misa todos los domingos, se esperaba gran afluencia de fieles que dejarían pequeña la iglesia hasta entonces existente.

  • ¿Quién fue Rafael Calvo?

    En la sección de "Personajes", figura una pequeña biografía del donante, Rafael Calvo.

  • ¿De quién es el proyecto?

    El arquitecto de la iglesia es Ángel Hernández Morales, que también había intervenido en las obras de Fuente Dé. En la biografía enlazada, publicada por el Colegio de Arquitectos de Cantabria, se destaca «la perfecta y compleja coherencia entre la forma y el contenido de la Iglesia de Espinama, tal vez su obra más significativa, con un espléndido y matizado espacio ritual».

    Hernández Morales falleció en la primavera de 2008. Unos meses después, en septiembre, falleció Monseñor Cirarda, el obispo que bendijo la iglesia.

  • ¿Quién es el autor del gran Cristo crucificado?

    El escultor que lo talló fue Jesús Otero, autor igualmente de la imagen en piedra de la Virgen que figura en el interior de la iglesia. No se le cita en la información de El Diario quizás por ser considerado "rojo". En 2008 se ha celebrado el centenario de su nacimiento, en particular en Santillana del Mar, su localidad natal.

  • ¿Cuál es el estado actual del templo?

    Véalo en este cuadro comparativo con la iglesia vieja.



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    INAUGURACIÓN DE LA IGLESIA NUEVA DE ESPINAMA



    El 25 de octubre de 1968, El Diario Montañés publicaba la siguiente información, firmada por Nacho, autor igualmente de las fotografías que la acompañaban:

    «Un acontecimiento se registró ayer en la región lebaniega que dejará profunda huella en la historia del pueblo de Espinama. Sus bienhechores, don Rafael Calvo Briz y distinguida esposa, doña María Jesús Briz de Calvo, han costeado la nueva iglesia, de estilo alpino y que fue bendecida e inaugurada ayer.

    Ocupa 2.500 metros cuadrados, en un altozano, en el de la antigua Obra Pía, y se destaca su airosa silueta en todas las direcciones. Es de piedra y ladrillo y consta de una sola nave, con capacidad para quinientas personas. Un Cristo de gran tamaño, tallado en roble americano sobre una cruz de abedul preside el templo. Tiene dos altares de piedra de Escobedo, el principal para celebrar y el otro para la exposición del Santísimo, con un sagrario todo de bronce.

    Foto que ilustraba la información en El Diario Montañés. Pinche para verlo más grande


    El techo de la nueva iglesia parroquial es de cedro rojo del Canadá. Como dependencias complementarias hay un amplio salón amueblado para clases, conferencias, reuniones de cristiandad, catequesis, etc.

    En la parte exterior se alza una airosa torre de 14 metros de altura, toda ella de hormigón, rematada con una cruz y corona que elevan aquella altura a los 19 metros. En esta torre se encuentran un reloj y altavoces, supliendo éstos a las clásicas campanas, y llaman a los fieles con diversos cánticos.

    En torno a esta Iglesia se han construido jardines, cascada y carretera asfaltada.

    Aunque la obra se presupuestó hace dos años y medio en algo más de dos millones de pesetas, al finalizarla los gastos ascienden a casi cinco millones.

    LLEGADA DE PERSONALIDADES

    Puede decirse que los actos inaugurales duraron toda la jornada de ayer. De madrugada, la juventud del pueblo se llegó a la casa de los bienhechores entonando cantos típicos. Todo el pueblo estaba engalanado y a la entrada, un arco de flores daba la bienvenida al Prelado, autoridades e invitados.

    El excelentísimo señor Obispo, doctor Cirarda, fue recibido entre aplausos y vítores cuando llegó aproximadamente a las once y media de la mañana. Numeroso público salió a su encuentro.

    Se hallaban también en Espinama el gobernador civil, señor López Cancio; el militar, general García Landeira; presidente de la Diputación en funciones, señor Collado Soto; alcalde de Torrelavega; alcalde de Santander, señor Fernández Regatillo; el superior de la comunidad de los PP. Franciscanos de Santo Toribio, R.P. Félix Juareguialzo; arciprestes de Liébana y Bedoya, don Victoriano Morante y don Miguel Rodríguez; presidente de la Junta diocesana de Acción Católica, don José María Jado; teniente coronel jefe del Regimiento, don Teodoro Palacios; y otras muchas personalidades, entre las que recordamos a don Fernando María Pereda Aparicio, don Miguel Quijano de la Colina, don Manuel Martínez Peñalver, don Fernando Bustamante Quijano, alcaldes de la región, numerosos sacerdotes con el párroco de Espinama, don Jesús Cuesta, y otras autoridades y representaciones.

    Foto que ilustraba la información en El Diario Montañés. Pinche para verlo más grande


    BENDICIÓN DEL NUEVO TEMPLO

    Momentos después de su llegada, el doctor Cirarda procedió a la bendición y consagración de la nueva iglesia, actuando de padrinos los benefactores, señores de Calvo Briz.

    Numerosísimo público que llenaba el templo y se desbordaba por el exterior siguió en impresionante silencio las ceremonias. Después el Prelado ofició la misa concelebrada, asistido del arcipreste de Liébana, don Victoriano Morante; párroco de Espinama, don Jesús Cuesta; párroco más antiguo de Liébana, don Marcial Martínez, y antiguo párroco de Espinama, don Jerónimo Fernández, actuando como maestros de ceremonia el muy ilustre señor don Francisco Odriozola y el secretario particular del prelado, don Ángel Sanvicente.

    A la homilía, el doctor Cirarda agradeció el rasgo de los señores Calvo Briz y señaló el acto trascendental de la inauguración de un nuevo templo.

    A la comunión, el Prelado y varios sacerdotes distribuyeron el Pan Eucarístico a numerosos fieles.

    EN EL PARADOR DE FUENTE DÉ

    Terminados los solemnísimos actos religiosos en los que ocupó lugar preferente la Corporación municipal de Camaleño, presidida por su nuevo alcalde, don José Calvo Briz, el Prelado, las autoridades y numerosos invitados se trasladaron al parador de Fuente Dé para asistir a la comida ofrecida por don Rafael Calvo y su esposa, doña María Jesús Briz de Calvo, que ocuparon la presidencia a ambos lados del doctor Cirarda, con las autoridades provinciales y la esposa del presidente de la Diputación, doña Anita García de los Ríos de Escalante.

    El gobernador civil, señor López Cancio, a los postres, pronunció unas sentidas palabras de elogio y agradecimiento a los bienhechores y, seguidamente, procedió a imponer a don Rafael Calvo la medalla de la provincia, en su categoría de plata, por acuerdo unánime de la Diputación Provincial.

    El señor Calvo Briz, en un breve discurso, expresó su profunda gratitud a la Diputación, al Prelado por su asistencia y al señor López Cancio por sus cariñosas palabras. Dijo que esta obra la ha realizado en memoria de sus familiares y por afecto al pueblo en el que nacieron él y su esposa, y que si se ha podido levantar un nuevo templo es gracias a la merced del Cielo y a la paz estable que disfrutamos los españoles.

    Aludió con reconocimiento a la colaboración que ha encontrado en la Diputación Provincial, en el arquitecto señor Morales y en el contratista de las obras.

    Terminó entre grandes aplausos.

    EL PRELADO, EN EL BALCÓN DEL CABLE

    Después de estos actos el Prelado de la diócesis, doctor Cirarda, acompañado de don Fernando María Pereda, ascendió en el teleférico a la estación superior del Balcón del Cable y admiró las bellezas incomparables de los Picos de Europa, de las que hizo grandes elogios.

    A última hora de la tarde, autoridades e invitados emprendieron el regreso.

    Mientras se desarrollaban los actos celebrados en el parador de Fuente Dé, en Espinama los concurrentes a la inauguración de la nueva iglesia fueron obsequiados por disposición de los señores Calvo Briz, asistiendo no solamente los vecinos del pueblo, sino gentes de todo el valle de Camaleño y de distintos puntos de la región lebaniega.

    La jornada, a pesar de que hubo ligera lluvia, resultó muy brillante».



    © Gabino y Elena Santos, 2008