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LA ENTRADA DEL GANADO EN ÁLIVA, SEGÚN LAS ORDENANZAS


El 23 de junio de 1494, reunidos en la Vega de Camaleño los representantes de los concejos de Valdebaró, otorgaron las Ordenanzas del Puerto de Áliva más antiguas que han llegado hasta nosotros, aunque es posible que hubiera otras anteriores. En esas Ordenanzas hay un capítulo, el 10, en el que se establece que «ordenamos e mandamos que todo el Valle juntamente hagan las paredes acostumbradas del dicho puerto, y el concejo de Espinama haga la puerta de bajo y el concejo de Pembes la puerta de encima», precisándose después «que las paredes se hagan en todo el mes de mayo» y fijándose pena para el concejo que no lo hiciera.

Vemos, pues, cómo todos los concejos del Valle debían colaborar para hacer los cierres que impidieran que el ganado se saliera del puerto mientras debía permanecer en él y que estos cierres debían hacerse en el mes de mayo, momento en el que -se entiende- no estaba el ganado en el puerto.

Foto del 1/6/2008 del ganado recién entrado al puerto. Pulse para verla a mayor tamaño
Cuando en 1653 actualizan las Ordenanzas, se incluye una nueva redacción al respecto:

«Otrosí ordenamos y mandamos que en lo que toca al cierre de las paredes, cada concejo cierre la suerte que tiene de costumbre antigua de cerrar como está señalado antiguamente y las den cerradas para el primer día del mes de junio de cada año y el concejo que pareciere no haber cerrado su suerte pague de pena cien maravedís para el dicho día por cada día que pareciese tenerla abierta del dicho día primero de junio en adelante y todavía, allende de la dicha pena, esté obligado a cerrar».

Como vemos, es indirectamente (al hablar del cierre del puerto) como de esas ordenanzas se desprende que el ganado entraba el primero de junio. Sin embargo, con el paso del tiempo, las Ordenanzas nuevas son mucho más claras al respecto. Así, la de 1769, además de mantener que cada concejo debe dar cerradas las paredes para dicho día, establece ya que «ningún ganado mayor ni menor de este Valle pueda entrar a pastar en dicho puerto de Áliva hasta el día primero de junio de cada un año y el concejo que lo echare pague por cada cabeza de ganado mayor cien maravedís y de lo menudo cincuenta, esto por cada día que lo tuviese en dicho puerto hasta el día señalado, y se advierte que aunque pague la pena sea obligado a sacarlo del puerto.»

Por tanto, desde hace más de quinientos años los ganaderos y vecinos de Valdebaró guardan el puerto durante el mes de mayo para permitir que crezca el pasto. De hecho, las actuales ordenanzas del puerto, que datan del año 2004, también lo recogen así en su artículo 10, que dice:

«Quedan acotados durante el mes de mayo de cada año los pastos comunales de Áliva, por lo que ningún vecino podrá llevar a ellos los ganados entre el día primero y trigésimo primero de dicho mes.»

Estos últimos años la organización conjunta de la subida de los ganados, que se lleva a cabo siempre en fin de semana, ha llevado a una ligera flexibilización de la fecha de modo que, como sucede este año 2015 al caer el 31 de mayo en domingo, se permite la entrada del ganado poco antes del 1 de junio.


© Gabino Santos Briz
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