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PEDRO RODRÍGUEZ DE COSGAYA



Hijo de Nicolás Rodríguez de Cosgaya y Ana Gómez de Casillas, nació en Espinama en la primera mitad del siglo XVII. Hacia 1645, dejó el Concejo, marchando a Indias, sin que se supiera nada de él hasta que, de vuelta de América, desembarcara en Sevilla, falleciendo en dicha ciudad, sin poder volver a Espinama, hacia 1673. Parece ser que participó en el ejército ya que, en ocasiones, se le atribuye el grado de capitán.

En Sevilla hizo testamento, haciendo varios legados a favor del Concejo de Espinama, de su iglesia parroquial y de las ermitas de San Roque –Pido-, Santiago –Las Ilces- y San Pedro –en Áliva-. El Concejo, en concreto, recibió quinientos pesos en moneda de oro, al cambio ochocientos ducados de vellón. Su destino, según el testamento, debía ser el establecimiento de una alhóndiga concejil. Sin embargo, dado que el Concejo disponía ya de dos, se consideró más útil y provechoso establecer una escuela, para lo cual se solicitaron los permisos oportunos, que fueron concedidos. De este modo, gracias a esta segunda Obra Pía fundada en el Concejo, Espinama contó por primera vez con escuela para sus niños.

Ya el uno de mayo de 1675, Pablo Rodríguez de Cosgaya, Pedro de la Portiella y Pedro Santos, como regidores del Concejo, admiten por sí y por el concejo "por maestro de niños de la escuela que en él hay y se fundó con los ochocientos ducados que quedaron líquidos de los quinientos pesos que Pedro Rodríguez de Cosgaya mandó al dicho Concejo por una Obra pía" a Juan Fernández, quien se obliga "a asistir a la enseñanza de los niños que le inviasen a su escuela dichos vecinos por tiempo y espacio de un año" desde el día primero de mayo. Les enseñará "la doctrina christiana, leer, escribir y contar con mucha asistencia y cuidado y todos los días encomendar a Dios el ánima de el dicho Pedro Rodríguez". Juan Fernández renunció poco después al cargo, que sería objeto de las apetencias de muchos, originando más de un conflicto.

Pedro dejó también abundantes bienes a sus familiares. Así, por ejemplo, su hermana Isabel declaró haber aportado a su matrimonio 1.034 ducados que le mandó él.


© Gabino Santos


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