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ALFONSO XIII EN ESPINAMA



Alfonso XIII, rey de España, visitó el Concejo de Espinama en varias ocasiones, siempre por un mismo motivo: la práctica de la caza -de la que tan aficionado era- en los Picos de Europa. Voy a centrarme aquí en la visita realizada en 1912, no sin antes recordar que ya en septiembre de 1905, había dormido durante tres noches en Lloroza, para participar durante dos días en la caza de rebecos en el lugar conocido como los "Tiros del Rey", practicando el ojeo vecinos de Espinama, junto a otros de Sotres y Bulnes. Ya su padre, el rey Alfonso XII, había participado en una cacería por la misma zona en 1882.

La visita de Alfonso XIII en 1912 tiene lugar también en el mes de septiembre, y fue precedida de un gran movimiento, no en vano la Real Compañía Asturiana procedió a la construcción en ese verano del Chalet en Áliva. Además, ya en julio, había estado en Lloroza un Capitán de Ingenieros, junto con un ingeniero de la R.C.A., para "estudiar el tendido de un teléfono o telégrafo para que el Rey pueda comunicar y recibir noticias de toda la nación". A primeros de agosto, estaba el Montero Mayor del Rey, el Marqués de Viana, organizando la gran cacería que se celebraría en el Coto Real. Entre los invitados por el Rey a la cacería figuraban: los condes de San Martín de Hoyos, Don José Antonio Quijano, Don Luis Bustamante, el Duque de Tarancón y el Marqués de Villaviciosa. Mientras, ingenieros y camineros arreglaban y cuidaban la carretera. Pocos días antes de llegar el Rey, ya estaban instaladas junto al Chalet, ocho tiendas de campaña, para uso de los empleados de telégrafos, la guardia civil y la servidumbre.

La llegada del Rey se produjo, no por Espinama, sino por Mogrovejo-La Calvera-Áliva, conforme estaba previsto. Allí estrenó el Chalet y permaneció cazando durante tres días, siendo al cuarto cuando retornó. Fueron cazados multitud de rebecos, produciéndose durante la cacería fuertes protestas del mucho público congregado, por no serles permitido acercarse a menos de mil metros del campamento regio.

Transcurridas esas jornadas de caza, el descenso se realiza por Espinama. Así lo describía La Voz de Liébana: Foto de la visita real cedida por Luis Rodríguez de Celis. Pinche para verla en grande "En Espinama se había levantado un arco de follaje con gallardetes y frente a la fonda de don Vicente Celis cruzaban el camino unas guirnaldas combinadas con farolillos venecianos. Desde primera hora de la mañana se estacionó en la carretera un gran gentío que al aparecer la cabalgata se apiñó en torno al Rey aclamándole y disputándose el honor de estrechar su mano. El Rey se apeó, como así mismo [sic] los demás viajeros y atravesó el pueblo rodeado del público. Una señorita ofreció al monarca un ramo de flores". En Las Ilces también se detuvo por breves momentos la comitiva real.

Para culminar lo referente a esta visita de 1912, digamos que Don Andrés Moriana, Conde de San Martín de Hoyos, entregó al espinamense Lino González, a la sazón alcalde de Camaleño, la suma de quinientas pesetas, en nombre del Rey, para que fueran repartidas, en partes iguales, entre los pueblos de Espinama, Sotres, Bulnes, Caín y Valdeón.



© Gabino Santos